Y la verdad… lo de las putas nunca lo he entendido muy bien.

Supongo que, como en cualquier otro gremio, habrá clientela buena, regular y para salir corriendo.

Pero lo de los amigos (y familiares) sí que lo entiendo.

Porque ahí el lío viene gratis.

Y suele venir en forma de una cosa muy tonta: de querer quedar bien.

Tú bajas precios “porque es tu primo”, porque es tu colega del alma, o porque “cómo le voy a cobrar esto si hemos jugado juntos al fútbol desde los 8 años”.

Y él… en vez de decirte “gracias”, piensa que le estás cobrando demasiado.

Sí, como lo lees.

Un cóctel molotov de expectativas reventadas por los dos lados:

— Tú, trabajando a disgusto porque sabes que estás perdiendo dinero.

— Él, pensando que le estás sangrando porque esperaba pagar 3 cafés y medio.

El resultado es siempre el mismo:

pierdes dinero, pierdes el cliente… y descubres que ese amigo… igual no lo era tanto.

Porque un amigo que no valora tu trabajo, no es tu amigo.

Y si tú bajas el precio por vergüenza, por pena, o por el qué dirán…

te estás rebajando tú.

No es tirando precios como se gana el respeto.

Es subiendo el valor.

Por eso, en vez de mendigar con descuentos, decidí crear pequeñas píldoras formativas.

Con precios que cualquiera puede pagar, pero con un valor que no cualquiera puede ofrecer.

¿Quieres aprender algo sin comerte un curso eterno? Lo tienes.

¿Necesitas algo más completo y a medida? También lo tengo.

¿No te interesa nada? Perfecto, con un clic al pie del correo te das de baja y tan amigos.

Pero eso sí: si eres de los que esperan que les trabaje gratis “porque nos conocemos de antes”,

quizá no somos tan amigos como pensabas.

PD- Recuerda que la masterclass Hermeticidad: Del Confort a la Eficiencia, está en preventa a precio reducido hasta el Lunes. Luego sube de precio. No lo dejes para el último día.

PD2- Y si conces a alguie que pueda interesarle, ya sabes, le reenvías este corre, y que se suscriba a la newsletter aquí