Subject: No fui el primero. Ni falta que me hizo.

Hubo un tiempo en que en España apenas se veían construcciones eficientes.


Y no hablo del siglo pasado.


Hace solo 15 años, encontrar una obra eficiente era casi como una expedición mística.


Si te interesaba el tema, tenías que recorrer cientos de kilómetros, a veces incluso cruzar la frontera, solo para ver un ejemplo real.


Después llegó la fiebre passivhaus.


Y con ella, un fenómeno curioso.


La carrera del “primero”.


La primera passivhaus de esta comunidad.

La primera en esta ciudad.

La primera en un clima de montaña.

La primera con orientación suroeste.

La primera con toldo rojo y buzón verde.


Como si eso cambiara algo.


Titulares vacíos.


Éxitos de cartón piedra.


No se hablaba de soluciones.


No se hablaba de rendimiento.


No se hablaba de cómo resolver el problema real de un cliente.


Solo se hablaba de... ser el primero.


¿Y sabes qué? Ser el primero es irrelevante si no sabes lo que estás haciendo.


Es como ser el primero en clavarse una chincheta en la frente: impactante, sí... pero ¿para qué?


Yo no fui el primero.


Ni me interesa serlo.


Fui el que aprendió de muchos.


El que escuchó.


El que probó.


El que se equivocó.


El que resolvió.


Hoy, mi trabajo no es salir en titulares.


Es ofrecer soluciones a medida, pensadas para lo que tú necesitas.


Con sentido común, experiencia, y compromiso.


Si buscas un proyecto que funcione, que te haga la vida más cómoda, más sostenible, más rentable…


Buscame



Y si lo que quieres es ser el primero en hacer una construcción ineficiente, entonces mejor busca a otro. Yo no sirvo para eso.