Subject: En que se parece una tortilla de patata a un proyecto

La tortilla de patata. Ese plato tan nuestro... y tan traicionero.


Los ingredientes los conocemos todos. Patata, huevo, aceite y sal. Poco más.


Pero si juntas a diez personas en la misma cocina, con los mismos ingredientes, las mismas sartenes y el mismo fuego… lo único seguro es esto: no habrá dos tortillas iguales.


Y si con algo tan simple hay mil formas de hacerlo mal… imagina lo que puede pasar con algo tan complejo como un proyecto de arquitectura.


Desde hace años, la normativa ha dejado de decirnos exactamente cómo hacerlo. Ahora nos dice qué resultado debemos conseguir… y a veces, una forma de lograrlo (pero no la única).


Esto desconcierta a todo el mundo.


Al cliente, que no sabe bien qué pedir ni qué esperar.


Al técnico, que se siente más cómodo con una checklist y cero decisiones propias.


Al que revisa, al que construye, al que presupone que todo debe hacerse como siempre.


Y sin embargo, hoy tenemos algo que antes no teníamos: la posibilidad real de hacer cosas extraordinarias. Aunque muchas veces… seguimos atrapados en lo de siempre.


La diferencia no está en los ingredientes. Está en las manos que los usan.


Un buen profesional no es quien sigue la receta al pie de la letra. Es quien sabe cocinar una buena tortilla aunque falte media docena de huevos.


Y en el mundo constructivo, hay un ingrediente que marca la diferencia más de lo que crees: las ventanas.


Durante este mes he tenido a la venta la masterclass:

“Lo que nadie te cuenta sobre las ventanas… hasta que es demasiado tarde.”


Si ya la has visto, sabes de qué hablo.

Si no, te estás perdiendo el punto exacto de cocción de tu próximo proyecto.


PD-Hoy es el último día para conseguirla.

PD2-Mañana desaparece.


Como las tortillas perfectas.

O las oportunidades bien aprovechadas.


👉 [Cómprala antes de que sea tarde]