Subject: ¿Cómo empezó todo esto?

Ya he contado varias veces cómo cambió mi vida desde que te escribo a diario.


Pero hoy quiero contarte qué fue lo que hizo que por fin me lanzara.


Porque antes de tener esta web, esta newsletter y este sistema que ahora rueda solo… pasé meses bloqueado. No por falta de ideas, ni por falta de ganas. Lo que me frenaba era algo mucho más tonto (y común): no sabía por dónde empezar.


Sabía que quería montar algo.


Que necesitaba tener mi web, mi sistema de email marketing, mi pasarela de pagos... Pero cada vez que me sentaba a intentarlo, me abrumaba.


¿Y si elegía mal la herramienta?

¿Y si lo dejaba todo a medias?

¿Y si perdía tiempo y dinero para nada?


Hasta que un día llegó el clic.


Fue gracias a un taller que impartieron Ricardo y Michal, de El Garaje de la Web.


Un curso breve, práctico y directo, con el precio más ridículo que he pagado por algo que valiera tanto.


Ahí entendí algo esencial: no necesitaba saber de tecnología para empezar.


Solo necesitaba el sistema adecuado y que alguien me lo explicara como a un ser humano.


Con su método aprendí a montar mi web, configurar todo lo necesario (email marketing, pasarela de pago, automatizaciones...) y poner el sistema en marcha.


Menos de un mes después, estaba enviando mi primer email.


Si me sigues desde hace tiempo, sabes lo que pasó a continuación.


Ahora, te digo esto:

Si tienes una idea, un servicio o algo que contar… lo peor que puedes hacer es dejarlo para más adelante.


Porque ese “más adelante” muchas veces es nunca.


Ricardo y Michal no tienen el taller abierto todo el tiempo.


Lo abren de forma puntual. ¿Quieres enterarte cuando?


Fácil: apúntate a su newsletter.


Comparten contenido valioso, ideas, reflexiones… Y si un día vuelven a abrir el taller, solo te enterarás si estás ahí dentro.


Además, ofrecen soporte técnico para webs, asesoramiento y más cosas, pero tampoco lo tienen abierto siempre.


Tienen muchos clientes y trabajan solo con gente que ya está en su lista.


¿Te interesa? Apúntate.


Y si no, sigue esperando a saberlo todo antes de empezar.


Pero ya sabes cómo va eso.