Subject: Atropellado

La primera vez que leí sobre el “bus factor” pensé que tenía que ver con informática, buses de datos, cosas técnicas...


Pero no.

Era algo mucho más humano.

Y más peligroso.


El “bus factor” mide cuán expuesto está un proyecto si una sola persona desaparece.

Dicho de forma más cruda: ¿cuántas personas tendrían que ser atropelladas por un autobús para que todo se vaya a la mierda?


Una.

A veces, una sola.

Y eso es una ruleta rusa con tu negocio.


En el mundo del software pasa a menudo: todo el conocimiento está en la cabeza de un solo programador.

Pero en otros sectores, también.

Negocios donde el control, el acceso a datos críticos o incluso las decisiones diarias, están en manos de una sola persona…

O de una sola herramienta.


Lo vi una vez con un CRM caro como un Ferrari que dejó de funcionar una mañana.

Y la empresa se paralizó.

No podían ni enviar presupuestos.


Otra vez fue un diseñador que se fue de vacaciones y se llevó con él todas las claves del servidor.

Una semana sin web.

Una semana sin ventas.


Y no, esto no va de vivir con paranoia.

Va de no ser rehén.

Ni de personas, ni de herramientas, ni de software con tarifas que parecen sacadas de un casino de Las Vegas.


Hace tiempo tomé una decisión:

👉 Disminuir la dependencia.

👉 Tener backups.

👉 Tener alternativas.

👉 Confiar en personas… pero no poner todo en manos de una sola.


¿Uso tecnología?

Sí, mucha.

¿Trabajo con colaboradores?

Por supuesto, los valoro y confío en ellos.


Pero si uno se cae del barco, el barco sigue.

Y eso da una tranquilidad que no tiene precio.


Si te apetece trabajar conmigo, ya sabes, empiezas por aquí.


Y tú… ¿cómo lo haces?


PD: Hoy estaré dándole los últimos retoques a la nueva masterclass que lanzo mañana.
Atento, porque esta vez va a doler (pero de gusto).


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