LA CURVA MÁS PELIGROSA DE TODAS
Hay curvas que seducen…
Y otras que arruinan proyectos.
¿Conoces la curva de Dunning-Kruger?
Es ese efecto demoledor que hace que cuanto menos sabes, más listo te crees.
Sales de una charlita de media hora sobre Passivhaus y, de pronto, ya te sientes arquitecto, aparejador, instalador y jefe de obra todo en uno.
Con ese “bagaje”, ya puedes meterte en todos los charcos sin pestañear.
Y lo peor: sin complejos.
Esta semana hemos estado en una obra donde nos topamos con uno de esos “expertos”.
¿Su frase favorita?
👉 “No te preocupes”.
Spoiler: preocúpate.
El espectáculo ha sido dantesco.
Una ejecución de la hermeticidad digna de una película de terror de serie B.
Sellados chapuceros. Uniones que harían llorar a un técnico de Blower Door.
Claramente obra de alguien que no ha entendido nada. Ni quiere.
Ahora toca lo más caro de todo:
Parar. Reflexionar. Corregir.
Es fascinante lo fácil que parece todo cuando no tienes ni idea.
Pero cuando empiezas a aprender de verdad, te das cuenta del nivel de ignorancia que arrastrabas…
Y ahí, amigo, es cuando empieza el camino de verdad. El camino del que quiere hacer las cosas bien.
¿En qué punto estás tú?
¿En la cima del monte de la ignorancia?
¿O ya bajando al valle del aprendizaje?
¿Quieres contarmelo respondiendo a este email?
PD: Si no quieres aprender a base de errores que cuestan miles de euros, aquí puedes contratar asesoramiento profesional.
Sin sorpresas. Sin “no te preocupes”.
PD2: Esto solo es el comienzo. Podemos ayudarte mucho más de lo que imaginas.
PD3: También puedes seguir en manos del tipo que fue a una charla de media hora y salió pensando que era un puñetero master del universo.